A DEBATE
¿Todo bajo control?
Susana Rappo
Según el discurso del presidente Felipe Calderón, en el marco de su IV Informe de Gobierno, en materia de la “Economía Competitiva y Generadora del Empleos”, la economía mexicana en 2010 ya regresó al sendero del crecimiento, tras de enfrentar una recesión económica internacional comparable con la experimentada a principios del siglo XX.
Los datos en los cuales se basa para dicha afirmación son que el Producto Interno Bruto creció 4.3 por ciento anual en el primer trimestre de 2010 y 7.6 por ciento en el segundo trimestre. Dicha información se basa en los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que fueron dados a conocer el 25 de agosto de este año, donde la institución informó que el Producto Interno Bruto Nominal (PIBN) a precios de mercado se ubicó en 12,829,117 millones de pesos corrientes (12.829 billones de pesos) durante el segundo trimestre de 2010, lo que representó un crecimiento de 11.5 por ciento con relación al valor registrado en igual lapso de 2009. El comportamiento del PIBN en el periodo de referencia fue resultado del aumento del PIB real de 7.6 por ciento y del incremento de los precios implícitos del producto de 3.7 por ciento, estableciendo que la estructura sectorial de la economía mexicana en el trimestre considerado correspondió a las actividades primarias (agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza), un 4.7 por ciento del Producto Interno Bruto Nominal a precios básicos, las actividades secundarias (minería; electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final; construcción, y las industrias manufactureras) generaron 35.3 por ciento, y las actividades terciarias (comercio y servicios) contribuyeron con 61.8 por ciento.
¿Todo bajo control?
Susana Rappo
Según el discurso del presidente Felipe Calderón, en el marco de su IV Informe de Gobierno, en materia de la “Economía Competitiva y Generadora del Empleos”, la economía mexicana en 2010 ya regresó al sendero del crecimiento, tras de enfrentar una recesión económica internacional comparable con la experimentada a principios del siglo XX.
Los datos en los cuales se basa para dicha afirmación son que el Producto Interno Bruto creció 4.3 por ciento anual en el primer trimestre de 2010 y 7.6 por ciento en el segundo trimestre. Dicha información se basa en los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que fueron dados a conocer el 25 de agosto de este año, donde la institución informó que el Producto Interno Bruto Nominal (PIBN) a precios de mercado se ubicó en 12,829,117 millones de pesos corrientes (12.829 billones de pesos) durante el segundo trimestre de 2010, lo que representó un crecimiento de 11.5 por ciento con relación al valor registrado en igual lapso de 2009. El comportamiento del PIBN en el periodo de referencia fue resultado del aumento del PIB real de 7.6 por ciento y del incremento de los precios implícitos del producto de 3.7 por ciento, estableciendo que la estructura sectorial de la economía mexicana en el trimestre considerado correspondió a las actividades primarias (agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza), un 4.7 por ciento del Producto Interno Bruto Nominal a precios básicos, las actividades secundarias (minería; electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final; construcción, y las industrias manufactureras) generaron 35.3 por ciento, y las actividades terciarias (comercio y servicios) contribuyeron con 61.8 por ciento.
De lo anterior se deriva que la senda del crecimiento se ha recuperado y que ese dinamismo se refleja en el empleo, ya que según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social entre enero y la primera quincena de agosto de este año se crearon 575 mil 163 empleos, pero ¿cuántos se habían perdido con anterioridad?
Además, se discute ya la nueva desaceleración de la economía estadounidense, donde el segundo trimestre del año mostró un crecimiento menor a la mitad del reflejado en el primer trimestre, lo que ha derivado en una mayor inestabilidad de los mercados financieros internacionales (ver la columna de Arturo Huerta, Alterntativa Económica, de la edición del 1/09/2010 de La Jornada de Oriente) y en la consideración de que la crisis sigue sin resolverse, lo que impactará negativamente en el nivel de actividad de la economía nacional, justamente por la gran dependencia y grados de integración que están presentes en la economía mexicana con relación a la estadounidense.
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