Andrés Manuel y la Patria Esperada
Víctor Salas
López Obrador tiene sobradas razones para ser considerado un nuevo triunfador en las próximas elecciones presidenciales. No ha detenido la marcha en su rumbo por conservar lo conseguido en 2006 y eso lo ha convertido en un viajero incansable, pero más importante aún, en un político de una nueva factura, ya que de manera personal se ha dedicado a vigilar y supervisar la vitalidad y la dinámica de los comités de militantes que hubo integrado y que hoy, les observa sus avances y les da seguimiento a su incremento. Alimenta aquellos espíritus para que nadie baje la guardia. Está conciente que faltan demasiados días para la nueva batalla electoral, esa que será decisiva para muchos políticos mexicanos.
Ayer sábado estuvo en Tekax. Se reunió con varias centenas de lopezobradoristas, para indagar si el espíritu de trabajo motivacional se mantiene, si la agitación y los efectos de la propaganda, van por los caminos deseados. Parece que sí. Y me resulta interesante que un tema de la reunión se dedique a conocer si la distribución del periódico REGENERACION, se hace de manera efectiva.
Por encima de los objetivos de dicha reunión con los comités evaluatorios de López Obrador, existen sesgos del político tabasqueño que motivan a una temática superior, porque él trabaja con nueva textura política, con nuevos enfoques en la actitud del político, al querer conocer de manera directa y forma ininterrumpida las preocupaciones de amplios sectores de la Nación, ese concepto que lo ha llevado a sustentar diálogos magníficos con verdaderas multitudes humanas, esas que mantienen la esperanza en la recuperación del triunfo sustraído en 2006.
Hidalgo nos dio una patria. López Obrador busca para todos la Patria Esperada. El primero -desde una campana y un estandarte-, nos la dio. Y me pregunto si cuando Hidalgo inició el proceso de una Patria nueva lo hizo conociendo la totalidad de nuestra geografía o solamente con conocimientos de porciones de ella. López Obrador desea para todos una Nación Renacida, la Patria Esperada por muchos y que aún no la han conocido por equívocos en la actitud de los mandatarios que nos han tocado o -más sencillo aún- por la extracción social de quienes han sido los gobernantes de México y han tenido que comprometer la política con aquellos que a fin de cuentas son sus similares y conexos. Parte de la novedad lopezobradorista es el recorrido del territorio nacional, una y otra vez.
La llama del ideario lópezobradorista no se ha permitido la extinción y quien ha trabajado de manera directa para conseguir tal cosa, es el propio Andrés Manuel. Desde ahí el político tabasqueño toma otra dimensión, se va por otra perspectiva y multiplica su personalidad como un político genuino, empeñado en la verdad de la tarea de conducir a un país y sus habitantes por los conceptos identificadores de la actividad política. Es decir, devolver autenticidad a la materia prima y al producto de ella: La actitud del gobernante hacia sus gobernados, basada en el respeto de cada preocupación humana o de cada sector social, en la atención de cada solicitud grupal y en la resolución de cada caso expuesto. Para todo ello, el político caminante del país, tiene un equipo de ideólogos que han manifestado la sensibilidad necesaria para trazar un plan de trabajo en la Patria Esperada, donde no han escapado las actividades minimizadas por antonomasia, como es el caso del arte. Incluir esa palabra en un manifiesto a la Nación, brinda confianza y renovada esperanza y credibilidad en la clase política de nueva textura, esa que pone lustre y luz a los pensamientos de López Obrador.
Andrés Manuel López Obrador me motiva la siguiente reflexión: Tanto nos hemos permitido probar en la política, que por qué no nos brindamos la oportunidad de probar a una nueva generación, a conocer un Nuevo Proyecto de Nación, ese que promueve y promulga, el Presidente de México: Andrés Manuel López Obrador.
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