A DEBATE
Memoria colectiva y resistencia
Susana Rappo
El martes 10 de agosto la Unión Campesina Emiliano Zapata Vive (UCEZV) conmemoró en San Pablo Actipan, Tepeaca, el noveno aniversario de la muerte del diputado Teodoro Lozano Ramírez. La versión oficial de su muerte, un accidente automovilístico en la autopista Puebla–Orizaba, nunca convenció a sus familiares ni a los miembros de la UCEVZ, quienes denunciaron el hecho como un atentado y siempre han ubicado su trágica muerte como una injusticia más que quedara impune en la memoria de los movimientos sociales en Puebla.
La organización, surgida al amparo de la defensa de sus tierras y de sus formas de vida, ha recordado cada año el papel del luchador social en el movimiento como una forma de recrear la memoria colectiva de los que participaron en la lucha, así como trasmitir a los jóvenes el proceso de resistencia que tuvieron que librar para frenar un proyecto gubernamental–empresarial que buscaba despojarlos de sus tierras.
En esta ocasión, además de los pobladores de la región y de otras localidades poblanas, el acto contó con un hecho sumamente emotivo, que como bien lo describe Javier Puga en la edición del miércoles 11 de La Jornada de Oriente, la llegada de pobladores de Atenco propició “un intercambio de palabras de solidaridad, reconocimiento, agradecimiento, respeto y apoyo en la defensa de la tierra y el agua”. Los que arribaron, encabezados por el dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Ignacio del Valle, liberado recientemente de prisión, agradecieron el apoyo que recibieron de la UCEVZ, junto con otras organizaciones después de la trágica represión sufrida el 3 y 4 de mayo de 2006, en donde los pobladores de San Salvador Atenco vieron violentados sus más elementales derechos humanos, a partir de una brutal represión.
Otro aspecto a destacar es que si bien la UCEZV está como organización en una etapa diferente a la que propició su constitución, que implica la tarea cotidiana de mejorar las condiciones de vida de las comunidades, asociadas a mejorar aspectos básicos como son el acceso a los servicios mediante obras que promueven desde la ampliación de la red eléctrica, del agua y drenaje, el mejoramiento de la infraestructura en educación y otros espacios colectivos, pueden verse involucrados en un nuevo conflicto si se pretendiera reactivar un proyecto similar al Millenium.
Las condiciones de la región, su ubicación y la disponibilidad de agua en la zona la hacen atractiva para el desarrollo de nuevos proyectos de expansión gubernamental y/o empresarial; los pobladores saben de la riqueza de sus recursos, y por tanto no están dispuestos a cederla, aunque se enmarque en un discurso de utilidad pública, que lo único que muchas veces representa es un vil despojo.
Memoria colectiva y resistencia
Susana Rappo
El martes 10 de agosto la Unión Campesina Emiliano Zapata Vive (UCEZV) conmemoró en San Pablo Actipan, Tepeaca, el noveno aniversario de la muerte del diputado Teodoro Lozano Ramírez. La versión oficial de su muerte, un accidente automovilístico en la autopista Puebla–Orizaba, nunca convenció a sus familiares ni a los miembros de la UCEVZ, quienes denunciaron el hecho como un atentado y siempre han ubicado su trágica muerte como una injusticia más que quedara impune en la memoria de los movimientos sociales en Puebla.
La organización, surgida al amparo de la defensa de sus tierras y de sus formas de vida, ha recordado cada año el papel del luchador social en el movimiento como una forma de recrear la memoria colectiva de los que participaron en la lucha, así como trasmitir a los jóvenes el proceso de resistencia que tuvieron que librar para frenar un proyecto gubernamental–empresarial que buscaba despojarlos de sus tierras.
En esta ocasión, además de los pobladores de la región y de otras localidades poblanas, el acto contó con un hecho sumamente emotivo, que como bien lo describe Javier Puga en la edición del miércoles 11 de La Jornada de Oriente, la llegada de pobladores de Atenco propició “un intercambio de palabras de solidaridad, reconocimiento, agradecimiento, respeto y apoyo en la defensa de la tierra y el agua”. Los que arribaron, encabezados por el dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Ignacio del Valle, liberado recientemente de prisión, agradecieron el apoyo que recibieron de la UCEVZ, junto con otras organizaciones después de la trágica represión sufrida el 3 y 4 de mayo de 2006, en donde los pobladores de San Salvador Atenco vieron violentados sus más elementales derechos humanos, a partir de una brutal represión.
Otro aspecto a destacar es que si bien la UCEZV está como organización en una etapa diferente a la que propició su constitución, que implica la tarea cotidiana de mejorar las condiciones de vida de las comunidades, asociadas a mejorar aspectos básicos como son el acceso a los servicios mediante obras que promueven desde la ampliación de la red eléctrica, del agua y drenaje, el mejoramiento de la infraestructura en educación y otros espacios colectivos, pueden verse involucrados en un nuevo conflicto si se pretendiera reactivar un proyecto similar al Millenium.
Las condiciones de la región, su ubicación y la disponibilidad de agua en la zona la hacen atractiva para el desarrollo de nuevos proyectos de expansión gubernamental y/o empresarial; los pobladores saben de la riqueza de sus recursos, y por tanto no están dispuestos a cederla, aunque se enmarque en un discurso de utilidad pública, que lo único que muchas veces representa es un vil despojo.
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