SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ : Nos vamos al mundial

CARPETA
Nos vamos al mundial
SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ

Abrimos el mundial de futbol y esperamos un lugar digno en ese torneo. En algo debemos distraernos ante la vastedad de desgracias, oprobios, injusticias, desalojos, inseguridad, asesinatos, miseria e ineficiencia de la administración federal. Un triunfo ante Italia fue suficiente para desalojar a los mineros de Pasta de Conchos y de Cananea; si la selección nacional le ganara al anfitrión pasado mañana, qué nos espera: ¿una contrarreforma laboral; una devaluación; el estado de sitio en la zona fronteriza: la desaparición de las agrupaciones sindicales independientes o la cancelación de las elecciones locales? Los 30 días de la fiesta del mundial son los preferidos por el Ejecutivo federal para imponer antidemocráticas y coercitivas acciones públicas, más drásticas en la medida que el triunfo de la verde sea mayor.

La selección mexicana sólo ha jugado en cuartos de final cuando ha sido anfitriona (1970 y 1986), y en ambos casos obtuvo su mejor posición, que fue el sexto lugar. Hoy no son pocos los que la ven en semifinales, vencedora de Uruguay, Francia, Sudáfrica, Corea, Alemania e Italia, y auguran que Giovani dos Santos es la síntesis de Pelé y Maradona y más peligroso que Messi, Milito, Tévez e Higuaín juntos. Independientemente de que la selección mexicana esté en semifinales, no habrá otro tema de conversación durante el próximo mes que no sea el futbol; por ello las campañas electorales se intensificaron en el último mes; ya no hay lugar para ellas, a menos que accidentalmente los candidatos a cargos de elección popular sean entrevistados en el medio tiempo de algún partido importante, como lo hizo hace poco Demetrio Sodi en un partido de Pumas en Ciudad Universitaria.

Para conocer la cualidad esperada del próximo gobernador de Puebla aplicamos seis encuestas telefónicas entre el 5 de febrero y el 30 de mayo del año en curso, la población objetivo la constituyó la población de 18 años o más radicada en el municipio de Puebla que tuviera teléfono fijo en su vivienda. La respuesta reiterada ante la pregunta fue que el futuro gobernador no robe, no mienta y no traicione, y en último lugar diversas cualidades (confianza, preparación, sencillez y liderazgo). Tales respuestas pueden implicar que los actuales gobiernos estatal y federal no se distinguen por su honorabilidad, por cumplir sus promesas de campaña o por trabajar a favor de las causas populares, y desean que el próximo sí lo haga.

Asociada a la pregunta de cualidad esperada del próximo gobernante, se hizo otra sobre el candidato o precandidato que tiene esa cualidad. De cada 100 ciudadanos del municipio de Puebla 13, mencionaron algún precandidato en el mes de febrero; en marzo las precandidaturas desaparecen y ya sólo quedaron tres candidatos a gobernador, en ese mes los ciudadanos que contestaron que había alguien que tenía la cualidad deseada para gobernar disminuyó a 9 por ciento (se autoexcluyeron aquellos que habían mencionado a Blanca Alcalá o a Enrique Doger como opciones); en abril los ciudadanos que espontáneamente mencionaron a alguno de los candidatos eran ya 12 por ciento, y en mayo llegaron a su clímax, 24 por ciento. Expresado en números absolutos, esto significa que en febrero había 140 mil ciudadanos que mencionaron a alguien con la cualidad deseada para gobernar; en marzo fueron 95 mil; en abril llegaron a 135 mil, y en mayo eran ya 265 mil ciudadanos.

Por día, entre febrero y marzo se perdieron mil 500 ciudadanos que tenían una opción con la cualidad deseada: entre marzo y abril se ganaron mil 300 por día y entre abril y mayo el incremento fue de 4 mil 300 por día. Desde mediados de mayo está estable el número de ciudadanos que, en respuesta espontánea, mencionaron a alguno de los tres candidatos a gobernador. Después de intensas y extensas campañas electorales, nos vamos al mundial en una situación donde tres de cada cuatro ciudadanos no tienen una opción para gobernador que los satisfaga.