martes, octubre 09, 2012

La guerra de Moreira : Julián Andrade


La guerra de Moreira
Julián Andrade
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=196993

Humberto Moreira, desde que era gobernador, estaba convencido de que la estrategia de combate al crimen, impulsada por el gobierno federal, iba directo al desastre.
Hoy ni los defensores más persistentes de la política del presidente Felipe Calderón niegan el enorme daño social que el país está padeciendo.
La discusión, en todo caso, radica en si existía una alternativa distinta ante el evidente avance de grupos criminales cada día mejor armados y que establecieron un reto a la autoridad y a los poderes públicos.
Coahuila se mantuvo al margen de la alta espiral de violencia hasta que la zona empezó a ser disputada entre el cártel de Sinaloa, en su afluente de los Beltrán Leyva, y los grupos del cártel del Golfo y su brazo armado, Los Zetas.
Esto empeoró con el pleito de Los Zetas con sus antiguos patrones, lo que ha generado una situación todavía más compleja en diversas regiones del Norte del país.
Esta problemática la advirtió el gobierno estatal, cuando el ex presidente nacional del PRI gobernaba, y fue tratada en Los Pinos y en la PGR.


Es más, entregaron una copiosa información con datos, nombres y modus operandi de los maleantes.
“Lo que estás haciendo es por México”, le dijeron al gobernador.
Como suelen ser las cosas en nuestro país, en el Ministerio Público no sólo no hicieron su trabajo, sino que encargaron las indagatorias a un funcionario que terminaría preso, acusado de tener relación con el crimen organizado.
La relación del gobierno federal con el gobernador Humberto Moreira nunca fue sencilla y esto produjo que el apoyo no fuera el adecuado y que buena parte de los recursos para combatir la criminalidad tuvieran que salir de las arcas estatales.
Vamos, en la Secretaría de la Defensa Nacional y en la zona militar tienen datos precisos del nivel de apoyo en este aspecto tan importante. Por momentos el único respaldo con que contó el estado fue justamente el de los soldados.
¿Por qué se canceló la puesta en marcha del centro de operaciones estratégicas de la PGR en La Laguna? ¿Por qué la presencia federal sólo era relevante en temporada electoral?
Peor aún: nunca se hizo caso de los insistentes llamados a la coordinación entre fuerzas de seguridad, porque lo que se quería era subordinación. Recordemos, por ejemplo, la falta de presencia de la Policía Federal en Torreón, durante meses.
Esto fue más grave, porque mientras ocurría se lanzaron señales de alarma sobre la podredumbre en la policía municipal, en un asunto que quedó debidamente comprobado y que llevó inclusive al desmantelamiento de toda la corporación.
Conocedores del tema han señalado que nunca existió disponibilidad para evaluar riesgos y para ponderar los alcances de medidas que se podían traducir en problemas para la propia población.
Hoy son días tristes para Moreira, después del asesinato de José Eduardo, y de ahí que dijera: “Mi hijo es un muerto más de esta guerra”, asunto que desde la óptica del ex gobernador está más que claro.
julian.andrade@razon.com.mx

Twitter: @jandradej

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