jueves, octubre 18, 2012

La generosidad bien entendida empieza siempre por la casa : María Teresa Jardí


La generosidad bien entendida empieza siempre por la casa
María Teresa Jardí
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=qroo&idSeccion=22&idTitulo=198951

Las casas de estudiantes en Michoacán han sido productoras de porros usados por el PRI, el PAN y el PRD. No las normales a las que temen y con las que quieren acabar porque las mismas pueden generar maestros que impulsen a los niños a plantearse la necesidad de lograr el cambio al país posible que tiene derecho a ser México. Normales a las que se les ha cancelado la posibilidad de enseñar cualquier materia humanista. Y sí es una barbaridad pretender que hablen inglés, los que ni el español dominan y a los que se pretende hacerlos olvidar sus lenguas maternas; de un cretinismo sin nombre es el que se pretenda que enseñen los maestros a los niños indígenas, vía las computadoras, donde no tienen luz ni siquiera los centros de salud de la comunidades. Normales que se quieren convertir, a base de represión, en productoras dóciles de mano de obra barata al servicio del narco y sus similares paramilitares oficiales. En los últimos meses cinco han sido las normales agredidas: Ayotzinapa, Tiripitío y Cherán en Michoacán; Cañada Honda en Aguascalientes y Aguilera en Durango. 


Se podría pensar que es un acto de reciprocidad a la generosidad del general Lázaro Cárdenas, para con los perseguidos por Franco, a los que no sólo se les dio asilo y trabajo sino que encontraron una patria alterna en la que nacimos sus hijos y han nacido sus nietos. Un acto de solidaridad a modo de paliar la crisis por la que atraviesan hoy los españoles. Pero detrás de la construcción de los barco-hoteles de cinco estrellas: está la entrega de Pemex y el hecho de que, los extranjeros que vendrán a la explotación del petróleo, merecen alojarse en hoteles de cinco estrellas. E incluso en ese sentido el hecho es una bofetada para los mexicanos. Una bofetada no sólo para profesionistas y obreros del petróleo mexicanos. Una condena a muerte a los lugares donde el petróleo se explota, que al menos temporalmente tienen trabajo haciendo y dando comida y rentando los cuartos y las mujeres como prostitutas. Porque hasta a las prostitutas se traerán a los hoteles de otros lugares.
Se podría pensar que es un acto de generosa y recíproca solidaridad el que se apreste Peña a rescatar España, a base, de momento, del pago de muchos millones de euros por la construcción otorgada a los astilleros gallegos. Pero si de crisis hablamos, la que sufre el pueblo español, lejos está de ganar, a la que enfrentamos los mexicanos, que somos, en este momento, el país que necesita la solidaridad del mundo entero para parar la violencia con la que al pueblo pobre se desangra. Más allá del hambre que en la desnutrición de sus niños se demuestra, incluso con cifras oficiales, que el pueblo pasa.
Es cierto que los españoles, a base de copiar los gobernantes de la Península a los neoliberales que a México han convertido en laboratorio de los yanquis, van a camino de acabar colonizados por los mexicanos. Las exitosas caceroladas tienen que ver con los recortes para la educación que es lo primero que sobra cuando se busca llegar al punto, sin que nada pase, de convertir al los trabajadores en esclavos de las mafias que el poder se reparten.
El PP aprendió rápido de los neoliberales a la mexicana. A los que ya antes había deseado imitar Felipe González. Mientras que a Rodríguez Zapatero le bastó con una llamada de Obama para tirar por la borda incluso lo logrado por la transición de la dictadura franquista a la democracia en manos de dos hombres sabios como Adolfo Suárez Santiago Carrillo. Dictadura hoy de vuelta en España cancelando la democracia que también allá se les acaba.
Pero un país con tantos millones de miserables, no sólo de pobres, de pobres, tan pobres que en la miseria más absoluta sobreviven, no está en condiciones de ayudar al rescate de España ni de ninguna otra nación. Incluso, porque México, como salta a la vista, ha sido convertido en un país incapaz de rescatarse a sí mismo, que es lo urgente para los mexicanos y es lo único que tendría que ser urgente para los servidores públicos, si eso fueran los que nos desgobiernan, cada vez de peor manera y con una mayor exhibición de cinismo y de cretinismo. 

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