jueves, octubre 04, 2012

Jaime Ornelas Delgado : Ni con sus patrones quedaron bien los diputados


Ni con sus patrones quedaron bien los diputados
Por: Jaime Ornelas Delgado

Finalmente los cambios propuestos por Felipe Calderón a la Ley Federal del Trabajo y aprobados por los diputados del PRIAN no dejaron complacidos ni a los patrones a quienes con tanta diligencia han querido servir los diputados, ahora muy preocupados al conocer la propuesta de pagarles por hora los servicios prestados a la burguesía.
Por supuesto, los trabajadores –aquellos que aún pueden protestar– han manifestado su inconformidad ante los cambios aprobados, como también lo han hecho diversos analistas, economistas, abogados laborales y hasta la CEPAL, quienes saben bien que esos cambios de ninguna manera alentarán la creación de empleo ni elevarán el salario y menos mejorarán las prestaciones, especie hoy en peligro de extinción.
Pero el mayor desconcierto a los diputados seguramente lo provocaron los empresarios, quienes se han pronunciado contra lo que llaman “la ambigüedad de los cambios” votados por los sedicentes legisladores. El lunes, nada menos, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), pidió al Senado eliminar los “candados innecesarios” y las “limitaciones excesivas” impuestas en el proyecto de reforma laboral aprobado por los diputados; aún más, el CCE planteó la necesidad de clarificar y afinar los puntos relacionados con los procesos de inicio y conclusión de la relación laboral.
“En particular –dijeron en su Gaceta–, al sector empresarial nos preocupan las limitantes excesivas que quedaron en el tema de la terciarización”, y como curándose en salud añadieron que esas limitaciones no sólo podrían impedir la posibilidad de creación de cientos de miles de oportunidades de empleo, sino que acabarían también con muchos puestos de trabajo actualmente existentes bajo esta modalidad de contratación. Concluye el CCE, advirtiendo a los senadores, en un tono poco comedido, de su obligación de clarificar y eliminar candados innecesarios a una forma de contratación válida y legal que, aseguran sin más pruebas que su dicho, ha probado su pertinencia en todo el mundo. “Los senadores, insistieron los empresarios, deben revisar todo aquello que genere dudas, para que realmente quede una reforma que detone el crecimiento económico y el empleo en el país”. Y como ya saben que los senadores nada harán que modifique sustancialmente el proyecto, el CCE ya tiene la excusa perfecta para eludir su responsabilidad en el crecimiento de la economía y la creación de empleo.
Buen reto tiene el Senado de la República, primero ajustar la reforma a las necesidades de los propietarios del capital o si quieren actuar con coherencia y atendiendo a su responsabilidad social, ajustar esa legislación para evitar la polarización provocada por los términos en los que fue aprobada la reforma por los diputados. Sin embargo, mucho nos tememos que los cambios ahonden la división entre quienes sufrirán una mayor precarización del empleo, y aquellos que consideran tener ya una ley que aumenta sus posibilidades de elevar la masa de plusvalía que extraen de la fuerza de trabajo.

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