jueves, octubre 18, 2012

En defensa de las normales rurales : Julio Pimentel Ramírez


En defensa de las normales rurales
Julio Pimentel Ramírez
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=qroo&idSeccion=22&idTitulo=198944

En Michoacán, la cruenta represión de los gobiernos federal panista y estatal priísta, utilizando a la Policía Federal y a la Policía Estatal, respectivamente, en contra de las escuelas normales rurales de Cherán, Tiripetío y Arteaga, forma parte de la extensa historia de complejas relaciones entre el poder político, ahora al servicio del proyecto neoliberal, y uno de los últimos reductos de la educación popular surgida al calor de lo más avanzado de las primeras décadas del México posrevolucionario y defendido con gallardía y convicción por varias generaciones de luchadores sociales.
Tras un discurso de supuesta modernización educativa, en realidad la estrategia es debilitar la educación pública laica, gratuita y progresista, se lanza nueva ofensiva en contra de las “incómodas” normales rurales, cuyos estudiantes son presentados por la mayoría de los medios de comunicación como “revoltosos”, “flojos” y “comunistas”. Se pretende eliminar o “reencauzar” a las 16 escuelas normales que subsisten en el abandono.
Las imágenes de la “toma” de las instalaciones escolares por parte de las fuerzas represivas no dejan lugar a dudas del uso excesivo de la fuerza, la saña con la que fueron tratados los jóvenes estudiantes. Sin embargo una vez más queda demostrado que la cancelación del diálogo y las salidas de fuerza no son garantía de solución: ahora miles de profesores de la Sección XVIII, indígenas de comunidades purépechas, integrantes de organizaciones sociales, demandan libertad de las decenas de jóvenes detenidos, reiteran su defensa de las normales rurales e incluso exigen renuncia de funcionarios estatales. 


Sin que esto sea un análisis o recuento histórico, recordemos que las Escuelas Normales Rurales originalmente planteadas como Escuelas Regionales o Centrales Agrícolas, forman parte del principal proyecto de reforma educativa propiciada por los gobiernos posrevolucionarios en México, cuyo principio sigue siendo la socialización de la educación en el ámbito rural mexicano así como propiciar la concientización y participación social de quienes se forman en estos planteles que desde sus inicios adoptaron el esquema de la defensa de la educación pública como un derecho popular y sobre todo como un derecho de los más pobres, empleando la educación como una herramienta fundamental para el entendimiento de la realidad social y la posibilidad de su transformación. 
Este proyecto de educación campesina nació, creció y se ha desarrollado a contracorriente de todas las limitaciones económicas y sociales generadas por la incapacidad de los gobiernos posrevolucionarios para atender un proyecto de tal envergadura, aunada a la generación de la desconfianza social hacia el modelo de educación socialista. 
Por otro lado han tenido que enfrentarse a los obstáculos impuestos a partir de la derogación de la llamada educación socialista (instrumentada por el General Lázaro Cárdenas) en 1944 con el gobierno de Manuel Ávila Camacho, periodo tras el cual se dio la reducción del presupuesto y el cierre de por lo menos 30 de los 46 planteles que se instalaron por todo el país. El último de ellos, el Mexe, en el Estado de Hidalgo, fue cerrado en el año 2008 durante la actual gestión de Felipe Calderón. Algunos de estos planteles fueron transformados en escuelas secundarias adoptando los planes de estudio contemporáneos. 
Así las Normales Rurales retoman el principio de educación socialista que durante el gobierno de Cárdenas propuso una perspectiva transformadora, y posteriormente hubo la necesidad de asumir una lucha abierta contra el Estado que desde un inicio les puso fecha de caducidad. La defensa de la educación pública para los campesinos, así como los derechos de los trabajadores son considerados conquistas históricas y un ejemplo a seguir, es por ello que los planes de estudio e incluso los materiales didácticos de las normales destacan la necesidad de la organización estudiantil campesina para resistir a los abusos y arrebatos de las autoridades.
Por ello se fue perfilando la estructura política organizativa que aglutina a los estudiantes campesinos para garantizar la existencia del normalismo rural. “Es durante el gobierno del Gral. Cárdenas en que más se facilita la organización de las masas campesinas, obreras y estudiantiles de las escuelas normales rurales, naciendo así la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), el 18 de junio de 1935, en la Central Campesina de El Roque, Guanajuato, constituida por todos los estudiantes de las escuelas normales rurales del país...” (Señala investigación de Arturo Delgado Moya).
Es a través de la FECSM que se aglutina el descontento y se exigen las demandas que cada año permiten a las normales rurales seguir existiendo. Ahora conseguir los recursos para su subsistencia sólo es posible con la lucha de los normalistas, por lo que es necesaria la movilización para garantizar el nuevo ingreso cada ciclo escolar, así como el sostenimiento del comedor, el internado, las becas estudiantiles y el apoyo para los egresados.
El problema de fondo no es el rechazo de la reforma curricular de las normales, que incluye el idioma inglés y computación, sino los tiempos y formas en que autoritariamente pretende imponerse, lo que oculta la estrategia estatal (por cierto gobiernos que tienen al país en la ignorancia, con un sistema educativo de baja calidad, en los últimos lugares en el ámbito internacional) de poner fin a estos centros educativos de “pobres y revoltosos”, cuyos integrantes sin duda tendrán que revisar autocríticamente sus formas de lucha, su compromiso educativo y sus vínculos con la sociedad, conservando su espíritu revolucionario y su responsabilidad social.

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