Carlos Fernández-Vega
México SA
Reforma= menor empleo
Más plazas de mala calidad
Mexicana: dos años y pico
Con todo y (contra) reforma laboral, la perspectiva
en materia de empleo formal no es muy grata que se diga, por mucho que los reformadoressostengan
que más y más mexicanos podrán emplearse tras las modificaciones
aprobadas por la Cámara de Diputados y que, todo apunta, ratificarán en el
Senado. Ni siquiera los beneficiarios de tal modernización se
la creen, pues, si bien les va, en 2013 apenas uno de cada dos personas que por
primera vez incursionarán en el mercado laboral podría colarse en la economía
formal. El resto, como hasta ahora, a la informalidad, el desempleo, el exilio
por razones económicas o las filas del crimen organizado.
De hecho, en 2013 (cuando las bondades de la flexibilización laboral
estén vigentes), la generación de empleo formal resultaría 8 por ciento menor
respecto de la estimada para 2012, de acuerdo con la Encuesta sobre las
Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado que levanta el
Banco de México, la cual revela que para el presente año sumarían 643 mil las
nuevas plazas registradas en el IMSS (ya incluida la tradicional pérdida de
plazas en diciembre), mientras que para el siguiente alcanzarían 592 mil,
aunque los mismos especialistas pronostican que la mejor perspectiva
económica no implica un ascenso en el nivel de generación de empleos
formales.
Mientras se registran los previsibles efectos reales de
la flexibilización, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP)
de la Cámara de Diputados reportó que de acuerdo con las más recientes cifras
publicadas por el IMSS, en septiembre se crearon 109 mil 364 empleos
permanentes y eventuales urbanos, para un acumulado histórico de 15 millones
931 mil 346 cotizantes. No obstante, al observar las cifras de empleo sin
efectos estacionales, la generación de plazas de septiembre se reduce a 58 mil
422, la tercera menor generación de puestos de trabajo en lo que va del año.
Por tipo de afiliación, 82.1 por ciento de los nuevos empleos formales fueron
en plazas permanentes (89 mil 741 trabajadores), una de las mayores
proporciones desde que comenzó la recuperación económica en 2010. Lo anterior
se explica en parte por la desaceleración del empleo eventual, que creció a una
tasa anual de 7.4 por ciento, la menor desde enero de 2010.
En los recientes 12 meses (septiembre de 2011 a igual mes
de 2012) se crearon 716 mil 135 nuevos empleos formales, lo que equivale a un
incremento de 4.7 por ciento. Dicha alza ha sido la tercera mayor desde
diciembre de 2010, cuando se generaron 730 mil 348 empleos. Asimismo, en lo que
va del año, se han creado 728 mil 920 nuevos empleos, 125 mil 338 por arriba de
lo acumulado en el mismo periodo de 2011. La expansión anual ha sido impulsada,
principalmente, por la industria de la transformación (196 mil 964 nuevos
empleos), el comercio (166 mil 619), los servicios para empresas, personas y
hogar (143 mil 890), así como la construcción (92 mil 763). Los sectores que
más empleos aportan a la economía, las empresas dedicadas a la producción de
equipos de transportación, fueron las que presentaron el mayor crecimiento:
12.7 por ciento anual. Sin embargo, en agosto su crecimiento había sido de 13.3
por ciento y en julio de 16 por ciento, por lo que es evidente la
desaceleración. El menor ritmo podría estar reflejando la dependencia del
sector externo mexicano de Estados Unidos, cuya producción industrial ha venido
perdiendo dinamismo en los meses recientes.
El reporte de empleo formal de septiembre fue positivo,
apunta el CEFP, pero aún exhibe un menor dinamismo. En particular, el sector
externo, vinculado con el desempeño de la actividad industrial estadunidense,
es el que presenta el mayor riesgo a la baja ante el incierto entorno
internacional. Por su parte, el mercado interno se mantiene creciendo, pero los
empleos que genera (servicios y comercio) se caracterizan por ser de mala
calidad (ínfimos salarios, prestaciones ausentes). En síntesis, el empleo
formal crece, pero a un ritmo que a todas luces es insuficiente para cubrir la
demanda real y mucho menos para reducir la tasa de desocupación. Por ello, el
desempleo y la informalidad aumentan.
Por otra parte, el envío de remesas a las familias
mexicanas registró su peor retroceso desde febrero de 2010, al contraerse 11.6
por ciento en agosto pasado, hilando dos meses consecutivos en terreno
negativo. Las remesas totales ascendieron a mil 895.5 millones de dólares, en
tanto que el monto enviado promedio fue de 303.9 dólares (disminuyó 10.6 por
ciento anual). De esa forma, los recursos que en el mes percibieron los hogares
en México registraron una pérdida real, en pesos, de 8.9 por ciento, por lo que
la depreciación de 7.8 por ciento de nuestra moneda frente al dólar no fue
suficiente para compensar el desplome del envío de remesas y la elevada
inflación doméstica.
Lo anterior es resultado, apunta el CEFP, de la
desaceleración de la actividad económica estadunidense, la lenta recuperación
del empleo y los niveles aún bajos del sector de la construcción. En agosto, la
proporción de mexicanos con empleo respecto a la población mexicoamericana en
el país vecino del norte se redujo a 59.9 puntos, inferior a los 60.1 puntos
del mes previo. “Se percibe que el futuro del envío de remesas es incierto,
pues si bien las autoridades monetarias estadunidenses decidieron desplegar un
mayor apoyo a la recuperación económica y al empleo, persisten riesgos que
amenazan a su economía, entre los que destacan la crisis en la zona del euro y
el abismo fiscal (combinación de incrementos de impuestos y recortes
de gastos por un total de 600 mil millones de dólares). De hecho, esto último
podría conducir a Estados Unidos hacia la recesión. Adicionalmente, se debe
considerar que la lasitud monetaria en ese país, condujo a una apreciación del
peso en septiembre (0.8 por ciento), lo cual desincentiva el envío de remesas a
México”.
En Estados Unidos la población desempleada se redujo
marginalmente, aunque fue producto de la contratación de personas por tiempo
parcial. Aun así, la proporción de personas que llevan desempleadas más de 27
semanas continúa elevada, al representar 40.1 por ciento de los desempleados
(antes de la crisis era menor de 30 por ciento)
Las rebanadas del pastel
Va para 26 meses que Mexicana de Aviación clavó el pico y
sus 8 mil 500 trabajadores perdieron su fuente de ingreso. Y no hay para
cuándo. Se va Calderón y deja un chiquero, en este como en tantos otros casos,
mientras los representantes del gobierno entrante ya pintaron su raya: si saben
contar, no cuenten con nosotros.
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