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Calderón: a 49 días del adiós
Por: www.sinembargo.mx
Uno de los errores más fuertes que los tuiteros le atribuyen a Calderón Hinojosa son las dramáticas consecuencias de la guerra contra las drogas que lanzó en diciembre de 2006, apenas unos días después de asumir la Presidencia. El otro, más coyuntural, fue la muerte del líder y fundador del cártel de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”, abatido el domingo pasado por miembros de la Marina, pero cuyo cuerpo fue robado de una funeraria en Sabinas, Coahuila, sin que hasta ese momento las autoridades supieran la relevancia del presunto delincuente al que habían dado muerte. Fue un “chiripazo”, coincidieron los usuarios, quien durante toda esta semana no han parado de hacer burlas a las autoridades por la falta de pulcritud con que han manejado el asunto de este narcotraficante, ahora llamado “el muerto viviente”.
Sin embargo, esos dos temas no fueron los únicos que se le echaron en cara al presidente Calderón. Los reclamos espontáneos también se ocuparon de otro tema coyuntural: el asesinato del joven José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del ex gobernador de Coahuila y ex líder nacional del PRI, Humberto Moreira Valdés. La celeridad y el uso de todos los recursos humanos y materiales tanto en esa entidad como del gobierno federal para dar con los responsables de ese crimen, también se sumaron a las protestas contra FCH. La mayoría de los tuiteros condenaron el hecho, pero también exigieron al gobierno del presidente Calderón Hinojosa aplicar los mismos procedimientos con los más de 70 mil muertos que ha dejado su guerra contra el crimen organizado en el país.
El 10 de octubre pasado, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad reclamó lo mismo y fue más allá. En un acto realizado frente a la Secretaría de Gobernación exigieron que el gobierno federal atienda y resuelva, tal y como lo prometió hace un año –el 14 de octubre de 2011– en los diálogos en el Castillo de Chapultepec, los casos de desaparición y asesinatos de sus familiares. Las promesas incumplidas, sin embargo, no se relacionan sólo con la violencia en el país, que por sí mismas son un compendio. Las sumas y restas en materia económica y social en este sexenio dejan a Calderón con un saldo rojo, más allá del de la sangre que se ha derramado, y se sigue derramando, por todo el país.
En 2006, él mismo se autonombró como “Presidente del empleo”. Apenas al iniciar septiembre pasado, y ya como parte de sus giras de despedida, el panista michoacano presumió sus logros en esa materia. Expuso que, a pesar de la crisis económica mundial, la emergencia sanitaria por la influenza y la ausencia de reformas estructurales, durante su administración se crearon más de 2 millones de empleos y sólo en 2012 la cifra fue de 800 mil. Pero lo que no mencionó fue que, de acuerdo con cifras del INEGI al cierre de julio pasado, más mexicanos ingresaron a la filas de la informalidad durante ese mes. Ese instituto detalló que 28.87% de la población ocupada se dirigió al sector informal, por lo que al cierre del segundo trimestre del año, el número de personas que obtiene ingresos en ese sector llegó a 14.2 millones, un aumento de 830 mil respecto al mismo periodo de 2011.
Además, las promesas de empleo para los jóvenes tampoco fueron cumplidas. El país tiene la necesidad de abrir cada año 800 mil plazas de empleo, para absorber la demanda de jóvenes que se incorporan al mercado laboral, o hasta 1.3 millones para abatir los actuales rezagos que hay en esa materia. Pero esa meta quedó completamente rezagada. La falta de empleo y oportunidades también han detonado la pobreza extrema. El sexenio de Felipe Calderón concluirá con 60 millones de pobres, pues en su administración 15 millones de personas se sumaron a esta condición. “La herencia que deja el panista es mayor pobreza y la precarización del empleo”, destacó José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, quien hace unos días presentó el diagnóstico “2012: Los retos de México ante el cambio de gobierno”. Todo esto se resume en el escaso crecimiento económico del país en los últimos seis años.
De acuerdo con analistas, la economía en el sexenio calderonista tuvo un aumento promedio de 2.2%, que es el segundo dato más bajo después del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, quien gobernó México entre 1982 y 1988. Eso sí, México preservó el “honor” de tener una de las burocracias más caras del mundo, con 25 mil funcionarios que perciben más de un millón de pesos al año, y 152 mil que ganan más de medio millón de pesos en el mismo periodo. En contraste, 6.7 millones de personas perciben un salario mínimo o menos. En la nómina del sector público existen 152 mil funcionarios que ganan más de medio millón de pesos anuales; de éstos 287 perciben entre 3 y 3.5 millones de pesos, y 969 funcionarios más que ganan entre 2 y 2.5 millones de pesos. Son ingresos que incluso mandatarios de otros países no tienen, incluido el presidente de la nación más poderosa del mundo, Barack Obama.
Esta lista de adeudos puede ser más y más larga, pues Calderón deja pendientes en el sector agrícola, en la industria y el comercio; en materia de competencia, de rendición de cuentas, de educación, etcétera. Faltan sólo 49 días para que Calderón Hinojosa diga adiós a Los Pinos, y su saldo, lamentablemente para todos los mexicanos, es de un rojo profundo. (SIN EMBARGO.MX)
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