sábado, julio 21, 2012

Reforma política al gusto de la narcoteletiranía

 Reforma política al gusto de la narcoteletiranía
Ricardo Andrade Jardí

Gracias a la información dada a conocer por medios de comunicación (ni se emocionen, no se trata de la telecracia, por supuesto) en el extranjero y algunos pocos como el POR ESTO! y La Jornada, en México, se nos van revelando como verdades mucho de lo que ya suponíamos desde hace años, como la compra de BITAL por HSBC, que presuntamente fue producto de lavado de dinero. Lo que si se piensa bien es coherente con el sistema capitalista en el que vivimos. El narcotráfico, que es sin duda el modelo de excelencia del libre mercado y de todos los preceptos del manual neoliberal, se encumbra ya como el más próspero de los negocios.
Pero el asunto es que mientras el narcotráfico escala para posesionarse como el número uno de los negocios del capitalismo, los ciudadanos nos vemos obligados a sufrir la guerra desatada entre empresarios para controlar, a nivel mundial, tan rentable negocio transnacional.
Si HSBC ha “blanqueado” millones y millones de dólares desde que compró BITAL en México, no podemos cegarnos ante la realidad, contundente, que se nos presenta en estos intensos momentos históricos. 


Que el TRIFE legalizará el fraude electoral bajo “argumentos” falaces como: “la compra de votos no puede comprobarse, por lo que no se gana en las urnas lo que no puede ganarse en la mesa”, como ya han “expuesto” diversos ministros pese a que no tenían en sus manos aún el expediente de denuncias y pruebas sobre el cochinero electoral 2012, que “curiosamente el IFE “no vio”, es el anuncio de que los ministros de la injusticia electorera avalarán no sólo un proceso electoral, que nada tuvo de democrático, sino que se impondrá el Narco-Estado, por la fuerza.
La compra de votos puede comprobarse. Más allá que como nunca antes en la historia moderna de México cientos de miles de ciudadanos fuimos testigos, como observadores o representantes de partido, del cinismo con el que los operadores priístas se movían para acarrear “votantes” a las casillas y de cómo esos operadores y golpeadores distinguidos con los colores del viejo PRI y el dibujo en la playera de una familia (corrupta) llegaban hasta las mesas de votación y marcaban las boletas de los electores, para luego ser trasladados a la “Casa Amiga” (cercana a la casilla para darles unos tacos por su patriótica participación en la pretendida imposición del candidato Televisa).
Aunque la compra de millones de votos pasa a un segundo plano cuando se revela por distintos medios de información (no la telecracia que presuntamente está también involucrada en el blanqueo de dinero) el origen siniestro del dinero con el que el nuevo PRI, haciendo gala de su muy corrupta y vieja historia, financió la estructura operativa para la compra de votos; los escándalos de lavado de dinero, del excedente de los topes de campaña es a todas luces claro para millones de carenciados, incluidos los que vendieron su voto por una miseria que les diera para comer siquiera para el día siguiente, aunque el IFE sea ciego; las tarjetas prepagadas de SORIANA, las denuncias en Estados Unidos por fraude de coordinadores y colaboradores cercanos de la campaña del niño idiota de la telecracia y demás monerías anuncian que si el TRIFE avala la elección, como lo hará sin duda, a los jueces en México no se les paga por hacer justicia, sino por hacer lo que el patrón les manda y aquí manda la narcoteletiranía, se estará avalando la creación “legalizada” (que no legítima) del Narco-Estado. Ya la Cámara de cerdos... Perdón de Senadores aprobó hace unas horas la “reforma política” para garantizar que Peña Nieto tome protesta como impostor en el Teletón o en el mega yate de Azcárraga y no en el Congreso de la Unión, donde no podrá hacerlo pues la indignación crece por cada rincón del país y se suma como nunca a la resistencia civil como se estipuló por los constitucionalistas cuando nos otorgaron la Constitución de 1917.
Constituyentes que lo decretaron así, justamente para que en el futuro, una pandilla de criminales que quisieran buscar el poder político de México, no pudieran, contra la voluntad popular, imponer nuevamente la dictadura.
El PRI ya convirtió la revolución social de 1910 en la institucionalizada dictadura perfecta.
Y la dictadura del viejo PRI, que se nos pretende imponer, por enemigos de la humanidad entera, viene recargada por la nueva dictadura telecrática que propone de una buena vez implantar el Narco-Estado en México: la narcoteletiranía como un experimento de las oligarquías mundiales para financiar su crisis global y lograr el sueño del capital imperialista de controlarlo todo...

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