viernes, junio 08, 2012

No al "golpísmo electoral" : Julio Pimentel Ramírez

No al "golpísmo electoral"
Julio Pimentel Ramírez

Tal como se advierte de manera cotidiana en las páginas de POR ESTO!, las cúpulas del PAN y el PRI representan el proyecto neoliberal, comparten en esencia los mismos intereses económicos y políticos; esta aseveración queda de manifiesto en este último tramo de los actuales comicios cuando ambos partidos dan inicio a la “guerra sucia” en contra de Andrés Manuel López Obrador, único candidato presidencial que asume la necesidad de un cambio verdadero.
Después de poco más de dos meses de intensa campaña electoral formal, la realidad comienza a colocar a Enrique Peña Nieto en su verdadera dimensión, no la que los medios de comunicación trataron de instalar artificial y definitivamente en la conciencia social. La inmensa cantidad de dinero gastado en Televisa para “crear”, a la manera que se inventan galanes de telenovela, la imagen de un Peña Nieto triunfador, indestructible, no resistió la prueba del “ácido” social y se disuelve ante el despertar de jóvenes y ciudadanos.
En la anterior etapa del proceso electoral a golpes de encuestas el tricolor pretendió establecer que su candidato era inalcanzable pues les llevaba a sus adversarios una ventaja de dos dígitos. De ahí que desdeñaban a sus adversarios, se centraban en cuidar la imagen de Enrique Peña Nieto, no exponerlo a nuevos resbalones, como el de la FIL de Guadalajara que desnudó sus limitaciones intelectuales.


El PAN, en medio de contradicciones internas que no fueron procesadas adecuadamente y con el lastre de un gobierno que deja malas cuentas, arrancó con la estrategia de enfrentar al PRI -partido con el que en cualquier momento pueden negociar, tal como ha sucedido en los últimos años- e ignorar a López Obrador para hacer creer que el candidato del Movimiento Progresista nada tenía que hacer en esta contienda.
Por su parte la izquierda electoral y el Movimiento de Regeneración Nacional, organizado por AMLO al calor de la resistencia ciudadana al fraude del 2006 y con la vista puesta en las elecciones de este año, después de arduas negociaciones tuvieron la capacidad de unificar criterios y esfuerzos, lo que redituó en el fortalecimiento de su campaña.
Andrés Manuel López Obrador ha realizado una intensa campaña a ras de suelo, de contacto directo con los ciudadanos, recogiendo una vez más sus inquietudes y demandas, fortaleciendo su estructura organizativa consciente de que el primero de julio deberá defenderse el voto pues las tentaciones de fraude no han sido enviadas al cesto de la basura antidemocrática.
Mucho se ha escrito, aunque no todo se ha dicho, del momento de quiebre que significó la comparecencia de Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, encuentro en el que el mexiquense remató su fallida comparecencia con la reivindicación de su acto autoritario y represor en el caso de Atenco, hechos en los que fallecieron dos personas y mujeres fueron ultrajadas sexualmente por policías estatales.
Ante el repudio airado de la comunidad universitaria, la respuesta descalificadora de la dirección del PRI, su candidato y sus aliados de los medios de comunicación enciende la mecha de la indignación juvenil, sector social agraviado por un sistema que además de cerrarles las puertas de la superación personal y colectiva, ha sumido al país en una crisis cuyos efectos nocivos no pueden ser ignorados por la sensibilidad estudiantil.
El movimiento estudiantil, que por el momento incluye a jóvenes de alrededor de 95 universidades, “YoSoy132” modificó diametralmente el panorama electoral. Su declaración de no ser partidistas pero tampoco apolíticos y sus objetivos de democratizar los medios de comunicación televisivos, principalmente, pasan por oponerse a la estrategia mediática que trata de imponer a Enrique Peña Nieto como presidente.
Los simulacros electorales realizados en diversas universidades del país arrojan resultados que reflejan que los jóvenes estudiantes se inclinan ampliamente por Andrés Manuel López Obrador; así como las encuestas que más allá de sus limitaciones y manipulaciones señalan que el candidato del PRI va a la baja, Josefina Vázquez Mota se empantana en tercer lugar y AMLO sube, son algunas de las señales que inquietan a la cúpula del poder y que deriva en el arranque de una nueva guerra sucia electoral.
Sin tapujos el PRI y el PAN arremeten contra AMLO, con matices reeditan la “guerra sucia” del 2006: para ello lanzan spots agresivos y calumniosos, al tiempo que lanzan a los noticieros de televisión y “analistas” a despedazar al candidato del Movimiento Progresista. 
El fraude podría estar en camino -por ejemplo, se denuncia que mientras el INEGI sustenta con sus estadísticas que aumenta la población urbana, el IFE reporta que se instala un número mayor de urnas “rurales”, en las que suele ser más fácil la manipulación del voto-, pero ahora, las cosas son distintas y la organización y conciencia ciudadana derrotarán este nuevo intento de “golpismo electoral” autoritario y antidemocrático.

No hay comentarios.: