Por: Redacción de
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Vicente Fox Quesada llegó a la Ciudad de México a las 9:30 de la noche del mismo domingo en que negó a su partido y llamó a votar por el priista Enrique Peña Nieto. Traía una jeta larga, una maleta sencilla. Llegó con cinco elementos del Estado Mayor Presidencial. Nadie lo saludó en la Terminal 2 del Aeropuerto capitalino. Nadie se le acercó para tomarse la foto con él, o para darle la mano. Aun en los mejores momentos de su carrera, quizás no lo habría permitido: llegó de improvisto seguramente a una reunión en la que no le iría nada bien. Si alguien se encontrara, en este momento, a Juan Molinar Horcasitas en cualquier aeropuerto de México, es posible que tampoco le extendiera la mano. Hoy se cumplen tres años de la tragedia de la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora, sin que uno solo de los más importantes funcionarios y empresarios que fueron acusados por los padres de familia de 49 niños muertos y más de 100 heridos de gravedad hayan sido tocados por la justicia mexicana.
El más señalado de ellos es precisamente el panista Molinar Horcasitas, quien es acusado por los padres del Movimiento por la Justicia 5 de Junio como el responsable directo, pero que, en estos tres años, ni siquiera ha sido citado a declarar por autoridad alguna. Molinar, quien participó activamente en la campaña de su amigo Felipe Calderón Hinojosa en 2006, fue director del Instituto Mexicano del Seguro Social del 2 de diciembre de 2006 y hasta el 2 de marzo de 2009. En su administración en el IMSS abrió las puertas de ese instituto para licitar los servicios subrogados de guarderías. Tres meses después de su partida del IMSS, de donde el presidente Calderón lo movió a la titularidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ocurrió el incendio en la Guardería ABC que reveló también decenas de irregularidades en la concesión del inmueble, que era propiedad, entre otros socios, de Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo, prima de la primera dama Margarita Zavala Gómez del Campo. Luego, el pasado 8 de abril, se informó públicamente que Molinar entraba a “reforzar” el equipo de campaña de la candidata del PAN a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota. Ayer, durante su visita a la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe, los reclamos de estudiantes y activistas en pro de justicia en el caso de la Guardería ABC generaron que la panista se sacudiera de encima a Molinar, al exponer ante ese auditorio que el ex director del IMSS debía mantenerse ajeno a su campaña, pues su presencia era un obstáculo que le impedía acercarse y dialogar con las madres y los padres de los menores fallecidos. Molinar Horcasitas respondió de inmediato a la decisión de la candidata del Partido Acción Nacional de separarlo de su campaña presidencial a través de su cuenta en Twitter (@JFMolinar): “Separarme de campaña es decisión de JVM. Yo sigo apoyando al PAN con lealtad; tendrá mi voto. De ABC he dicho la verdad”, escribió. Pero ahí están, ahí siguen sin sanción de por medio, los dos panistas incómodos que hunden la campaña de Josefina: Fox y Molinar. Ambos se han significado como un lastre para la candidata y aunque ella se ha encargado de deslindarse de los dos, de sacudirse de su mala imagen, el daño que le han hecho es grande, tanto que pueden convertirse en razones de peso para impedirle llegar a ser la próxima inquilina de Los Pinos.
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