De moralidad, inmorales y moralinos.: Jorge Lara Rivera

Huye Peña, Huye....pero correle buey o te alcanzan.

Jorge Lara Rivera

De moralidad, inmorales y moralinos.

Incongruente y falsaria, pese a que en el alud de sus spots reivindica los derechos de la mujer anunciando que “ser mujer en México será diferente desde el primer momento en que sea electa”, todo por granjearse las simpatías femeninas y asegurarse el respaldo de esa importante porción del padrón electoral; un rapto histérico en que el inconsciente la traicionó mostró a Chepina tal cual es: la hipócrita de doble moral que constituye un peligro inminente para las mujeres de México por sus pseudovalores machistas y virtudes de fanatismo religioso acedo.
Con malicia dejó clara su verdadera posición –retardataria y prejuiciosa– con respecto al derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo y a las uniones de personas del mismo sexo, al referir la cortedad de miras de su noción familiar. Quizá también ha dejado ver su única cínica “diferencia” con respecto al régimen actual, el ambicioso propósito delincuencial que encarnará al proclamarse como la “presidenta de La Familia” michoacana y de otros cárteles y organizaciones criminales con los que no va a pactar porque no lo necesita: pertenece a ellos igual que la PANdilla de la que forma parte, pero deja de lado el discurso legaloide pues tiene el cinismo de decirlo.

Consumada embustera ha quedado exhibida como falsa en numerosas ocasiones, como cuando mintió elevando a 3 millones los pisos firmes cuando sólo realizó apenas 300 mil; y desmentida incluso hasta por sus propios cómplices Luis Carlos Ugalde (ex operador panista incrustado en el IFE por su socia la dirigente magisterial) y Ernesto Cordero Arroyo (el tristemente célebre depredador a quien México debe 6 millones de nuevos pobres muy pobres tras su paso por SEDESOL y la depauperación de 80 millones de mexicanos tras estar en Hacienda) o como cuando alardeó de su desempeño en SEP para ser desmentida por su aliada Elba Ester Gordillo Morales.
Por fortuna parece que a la abnegada madre que finge ser pero oculta a su hija por ser regordeta, le faltan muchos puntos en las encuestas para ser vergonzosamente “tu opción de libertad y de futuro”. A eso se debe la rápida maniobra de deslinde –y posterior separación de la campaña de la embaucadora– del intocable hampón Juan Molinar Horcasitas; a tal grado teatral llegan sus secuaces para remover temporalmente cualquier equipaje que pueda convertírsele en obstáculo que la afecte, sabedores de la gravedad del predicamento que enfrenta el panismo.
Por su lado, temiendo un juicio por genocidio el ocupante de Los Pinos se apega al guión del supuesto enfrentamiento de su candidata con su socia la dirigente magisterial y apoya la arbitrariedad en SEP del impuesto todólogo José Ángel Córdova Villalobos, quien fracasó en conseguir la candidatura a gobernador de Guanajuato.
Y ya quedó claro lo que Alejandro Poiré pretendió con su “pacto de civilidad” (léase de impunidad): poner a cubierto de contraataques al PAN, mientras nuevos spots injuriosos producto de la publicidad panista prosiguen propalando su veneno con marrullerías a pesar de la desautorización dictada por el IFE. Es el caso de que busca asociar al candidato tricolor asimilándolo con el ex gobernador Tomás Yarrington, contra quien Estados Unidos tiene una muy conveniente y sospechosamente oportuna averiguación; tal ocurrió con otro con idéntica pretensión descalificadora pero con respecto a Humberto Moreira, a pesar de que contra éste ni siquiera existe expediente abierto. Esos spots llevan el sello calumniador y rijoso del patán a cargo de la campaña de Chepina, el sinuoso Roberto Gil Zuarth cuya bajeza refleja además de encono, la frustración desatada al interior del panismo por su impotencia para remontar las encuestas a pesar de engendritos como los piquetes de provocación enviados a los actos priístas que, al parecer –según lo ocurrido en Chihuahua y en la Iberoamericana– les han salido contraproducentes.
Mas qué esperar de un régimen donde los delincuentes están a cargo del sistema de procuración de justicia y policial, reciben ascensos y son condecorados. Sólo en lodazal así una maquiladora de expedientes y cómplice de filtraciones calumniosas para incriminar a opositores políticos y que da uso faccioso a la institución pública tal Marisela Morales (PGR), además de la palmadita en la espalda dada por sus amos por su ¿“valiente”? servilismo ante intereses ajenos a su Patria, añade a su usurpación en el marco de la reunión internacional de jefes de policía la medalla de los estados americanos reservada a quienes se distinguen por su ¡honestidad! en el servicio público.
Apenas cabe recordar a otro condecorado de negro historial y más turbulento presente violatorio de derechos humanos, el protagónico del gabinete, Genaro García Luna, contra quien pese a tantas denuncias permanece encumbrado con sus secuaces Facundo Rosas Rosas y Luis Cárdenas Palomino. Cuánta inmoralidad, ¿verdad?