viernes, junio 08, 2012

Arrecia el cochinero del PAN : Jorge Canto Alcocer

Arrecia el cochinero del PAN
Jorge Canto Alcocer

En la medida en la que retrocede su abanderada, el PAN y el gobierno espurio han arreciado su ofensiva contra Andrés Manuel López Obrador. Esto, que pareciera un contrasentido, sigue la lógica de los esfuerzos oligárquicos por conservar a toda costa el dominio del Poder Ejecutivo Federal y, por ende, de la política y los recursos económicos de nuestro país.
Tanto el partido ilegalmente en el poder como Calderón saben que su candidata no tiene ninguna posibilidad de acercarse a los dos punteros, pero también reconocen que, de no lograr detener la abrupta caída de Vázquez Mota, millones de votos de ciudadanos que de buena fe continúan creyendo en los colores azules terminarán apoyando a López Obrador con tal de evitar el regreso del PRI a Los Pinos.
Salta a la vista la recreación de la “guerra sucia” electoral de 2006, incluyendo spots aterrorizantes y declaraciones injustificables, como las inauditas de Ernesto Cordero, quien en el colmo del cinismo, tras encabezar probablemente la peor administración de la Secretaría de Hacienda en la historia reciente de nuestro país, ahora tuvo la puntada de declarar que Andrés Manuel es “una amenaza para las familias y para la estabilidad económica del país”. ¡Oír para creer! ¡Cómo si los mexicanos fuéramos tan tontos y desmemoriados como para no reconocer quiénes son los que han terminado por hundir a nuestra patria!


Pero además de estos públicos estertores de la camarilla política que con toda seguridad abandonará en unos meses la administración pública federal, el PAN-gobierno está llevando a cabo, cada vez con mayor descaro, la subterránea operación de condicionar apoyos y programas sociales al voto en su favor.
En las regiones más pobres del país, sin el menor recato, los funcionarios federales y sus operadores recorren las casas de los beneficiarios de los apoyos gubernamentales para asustarlos con el cuento de que si no gana el PAN, los programas serán cancelados, los apoyos suprimidos y cada uno de ellos en lo personal será excluido de cualquier beneficio, precisamente por el hecho de haber recibido los apoyos de la actual administración.
¿Por qué en momentos en los que las posibilidades de un triunfo de Chepina se esfuman, el PAN-gobierno arremete inescrupulosamente con su “guerra sucia” y sus delitos electorales? Una hipótesis es tratar de salvar de lo perdido lo que aparezca, pero cobra más fuerza la idea de que en realidad la actitud corresponde a un pago de facturas por los favores recibidos por parte del PRI en 2006, al dar su apoyo tácito al fraude electoral que permitió la imposición de Calderón.
Las últimas encuestas serias, como la publicada por Reforma en días pasados, indican claramente que prácticamente dos de cada tres simpatizantes de Josefina podrían decidir apoyar a Andrés Manuel en el ánimo de contribuir a la democratización de México, pese a no compartir al cien por ciento los planteamientos del candidato del movimiento popular. En otras palabras, a despecho de las convocatorias de los derechistas Espino y Fox para votar por Peña, el panismo ciudadano, el que está a ras de tierra, se está inclinando claramente por el cambio verdadero que representa López Obrador.
La actual ofensiva del gobierno calderonista define también de manera indudable la actitud personal del ilegítimo mandatario. Si bien seguramente continuará evitando hacer declaraciones públicas comprometedoras, estará más que presto para alzarle el brazo a Peña a la menor oportunidad. La única forma de evitarlo es inundar las urnas con el voto de la esperanza y vencer de manera contundente. Las evidencias marcan que ésta será la realidad, pero preciso es redoblar esfuerzos y evitar hasta la más mínima posibilidad de que se repita la lamentable historia de 2006.

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