miércoles, marzo 07, 2012

El policía Poiré insiste en narcoelección : Alvaro Cepeda Neri



Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
El policía Poiré insiste en narcoelección


Calderón y su policía Poiré no quitan el dedo del renglón: las elecciones del próximo 8 de julio están en riesgo. Es decir que existe la posibilidad de que ocurra una desgracia o un contratiempo. No dicen que se debe correr el riesgo. Utilizan la palabra para decir que si la violencia del narcotráfico sigue, será necesario suspender las elecciones, para evitar una narcoelección. Pero tal vez quieren suspenderlas porque no quieren que ni el PRI ni el PRD, como van las cosas, ganen la competencia y Calderón les tenga que entregar el poder presidencial. A toda costa quieren imponer a la precandidata del PAN; pues Calderón, quien lleva recorrido la mitad del ejemplo de Victoriano Huerta, busca “matar” el proceso electoral y, canceladas las elecciones, que el Congreso, como Colegio Electoral, designe a un presidente interino. Y, en última instancia: en el actual callejón militar, buscar la salida por la vía del golpismo, dado que el general Galván ya advirtió que “la seguridad nacional está seriamente amenazada” (La Jornada y Reforma: 10/II/12).
Calderón y su grupo en el poder insisten machaconamente en la infiltración de los narcos, con su dinero, en las estructuras humanas policiacas, militares y marinas; pero, sobre todo, en la relación protección-sobornos de los capos con funcionarios de todo nivel. Y que todo esto apunta a que las elecciones se contaminen. Y ponen el ejemplo de Michoacán, donde asegura la hermana de Calderón, que los narcotraficantes actuaron para derrotar al PAN y al PRD. Señalando al PRI como el beneficiario, alegando que la delincuencia “votará” a favor de Peña.


Aún con las cínicas promesas de Calderón de respetar la voluntad ciudadana, buscan cancelar las elecciones, con un padrón de casi 80 millones de potenciales sufragios, al volver al tema de que tengamos una “narcoelección”, porque hay “narcopolíticos” y porque el PRI saldría favorecido, de suspender las elecciones. El calderonismo y su policía Poiré no quieren entregar el poder presidencial, ni al PRI, ni al PRD, pues Calderón juró ante la tumba de su padre (en el pasado aniversario) que no sería él quien enterrara al PAN y reviviera a un PRI que odia a muerte.
La injerencia de la delincuencia de las drogas es un riesgo, asegura el policía en funciones de secretario de Gobernación. Los calderonistas siguen cultivando, visionarios (los que ven visiones), ese futuro para ver si cosechan cancelar la elección de senadores, diputados federales, presidente de la República, Jefe de Gobierno de la capital del país, etc. Algo así como repetir lo que hizo Victoriano Huerta, para ahora lograr el nombramiento de un presidente interino (si es militar, mejor) y que para cuando tengan lugar las elecciones ya no sea Calderón quien entregue el poder a la oposición. Y es que el PAN ya está derrotado (y no por la medianía de su candidata, que es mejor que la mediocridad de Creel y el nefasto Cordero), por el mal gobierno de Calderón. Si es que regresa el PRI, será consecuencia del fracaso del PAN.

cepedaneri@prodigy.net.mx

No hay comentarios.: