lunes, noviembre 21, 2011

Paralelismos : María Teresa Jardí


María Teresa Jardí
Paralelismos 
En España, ayer habrá ganado la derecha y en México sin pena ni gloria habrá transcurrido el día en que antaño se nos enseñaba a los educandos que era el día en que se recordaba a la Revolución Mexicana como parte importante de nuestra historia y como parte inseparable de nuestra memoria.
Sin pena ni gloria se habrá despedido el PSOE. Como sin pena ni gloria pasó el centenario de la Revolución Mexicana. A la derecha le apura exterminar la memoria. A la derecha no le interesa de la historia más que aquello que desea imponer para ejecutar la memoria.
La española rememorará hoy a Franco y celebrará como si hubiera regresado de la tumba “el caudillo” con el regreso de la falange al gobierno de España.
A final de cuentas no es cualquier cosa la debacle de los socialistas. La debacle en manos del que tanta esperanza despertara y quien saliera por la puerta de atrás para ser ubicado en la historia de los que van dejando mala memoria en la Península Ibérica.
Sin poder aparecer, Rodríguez Zapatero, en aras de no afectar al compañero en campaña, en los eventos previos a la derrota del PSOE como opción de gobierno en España. Festejo que seguirán hoy los del PP a lo largo y ancho de la Península. De luto los socialistas que no olvidarán nunca el 20N, que por lo pronto los saca de la jugada política y quién sabe si esto no vaya a ser, como van las cosas en el mundo, para siempre.

También aquí hoy convertido en día festivo. Culminación de otro largo puente vacacional destinado al gasto del adelantado y exiguo aguinaldo, entregado a los pobres que conservan el empleo y que reciben aguinaldo. Ya se sabe que sumado al genocidio otra característica del fecalismo es la del desempleo. Puente vacacional a secas, por “recomendación” del usurpador, al servicio de la empresa, aunque sometido por los organismos destinados, en una República, a brindar la seguridad a los gobernados. Y en una democracia a brindar la seguridad a la República. Aquí convertidos en autores de la inseguridad del pueblo en su conjunto, también a secas. 
Sin educación no hay solución, leí en alguna pinta. No hay solución para las mayorías, queda claro. Pero la baja educación de los pueblos propicia las dictaduras de las mafias que, apoderadas de los gobiernos, controlan el poder en beneficio propio y como si sólo ellas tuvieran el derecho a la existencia. 
Tampoco en España van bien las cosas en materia educativa. Suelo ver un programa que pasa en México a las dos de la tarde antes del tele-noticiero de Antena 3 de televisión española. Un programa de concurso llamado: “La ruleta de la suerte”, donde tres concursantes, elegidos cada día, van acumulando euros, adivinando correctamente las letras de un panel, que consigna alguna cosa, sobre la que previamente se les proporciona una pista: un plato de comida, una chorrada protagonizada por algún “famoso”, un lugar en el mundo, un piropo... 
Lo sorprendente es que últimamente suelen poner un panel con el nombre de un libro y un autor que deben ir descubriendo los concursantes. Nada del otro jueves. Todos libros y autores conocidos que desconocen uno tras otro de los que asisten al programa. El sábado anterior, pasaron uno en el que concursaba una abogada, que prácticamente resolvió el panel entero atinando con las letras del mismo. Pero la que ni conocía el libro ni al autor a pesar de ser ambas cosas del todo conocidas: “La sombra del viento” de Carlos Ruiz Zafón. Abogada que perdió unos 800 euros al convertir la f de Zafón en jota, mientras que la siguiente concursante, una empleada no recuerdo de dónde o de qué, convirtió a la f en c y sólo el tercero, un joven actor, le atinó a la letra, llevándose 75 euros, al poder resolverlo, completado el panel. No es la primera vez que veo a los españoles no atinar en cuestiones de cultura elemental. No atinar, por no saber. Es lógico que ante la presión de saberse en la televisión se confundan. Pero no me refiero a eso. No atinar: por no saber. Otro concursante, unos días antes, fue destapando un panel que decía que el autor era francés y que había escrito “Los miserables”. Para luego tener que reconocer que no tenía ni idea de que el autor era Víctor Hugo. 
Cada vez que veo esto pienso en México y me digo que así debió empezar aquí la debacle educativa que tiene también como fin, acabar con la cultura, como es obvio. Por un lado, el relativo a la confusión por lo que a los valores toca, de la mano de la telebasura mexicana. Por el otro, bajando la educación escolarizada hasta llegar a los niveles de escándalo que hoy tenemos en México.

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