MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA
Al menos 80 empresarios poblanos se reunieron ayer por la noche con Andrés Manuel López Obrador en un lujoso hotel de la capital poblana. El propósito del encuentro, según explicó el tabasqueño minutos antes de iniciarlo, fue dejar claro que el líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no está en contra del capital, sino de los ricos que han amasado fortunas a través del latrocinio.
No hubo presencia de líderes de cámaras y organismos empresariales, aunque todos fueron invitados, según informó el diputado local del Movimiento Ciudadano José Juan Espinosa Torres.
Durante los minutos previos a la cena, celebrada en el Club de Empresarios del Hotel Presidente Intercontinental, corrieron versiones de que la cúpula del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) habría indicado a sus socios que se abstuvieran de asistir al encuentro con López Obrador; sin embargo, el legislador naranja aseguró que no tenía información sobre ese asunto y descartó que hubiera sido algún intento de sabotaje.
“El encuentro está planeado para que los empresarios conozcan la propuesta de Andrés Manuel López Obrador y también cuestionen: aquí no existe nada controlado ni se esconde nada”, apuntó.
Periodistas con experiencia en la cobertura de la iniciativa privada señalaron que la mayor parte de los asistentes son empresarios independientes; es decir, que no están afiliados a ningún organismo patronal y no son afectos a participar en la política gremial y mucho menos profesional; no obstante, recalcaron que entre convidados había hombres de negocios de mucho éxito a quienes tampoco agrada aparecer en asuntos mediáticos o de otro orden público.
Entre otros invitados se pudo ver a Alfredo Rivera, empresario dedicado al transporte de pasajeros y ex presidente del Comité Directivo Municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Puebla.
También apareció Rubén Cárdenas, concesionario de autos y el ex magistrado del Tribunal Electoral del Estado, Germán López Brun.
López Obrador externó durante la entrevista: “el propósito es que no los vuelvan a engañar, porque en 2006 hubo una guerra sucia, e insistió mucho en que estábamos en contra de los empresarios, pero no: estamos en contra de la riqueza mal habida, del influyentismo, de los monopolios, de la corrupción. Pero de los que invierten y generan empleos, pues no estamos en contra, pensamos que es fundamental la participación de la iniciativa privada para sacar al país del estancamiento económico. Se necesita contar con los tres motores de la economía: el sector público, el sector social y el sector privado”.
–¿Qué papel espera que jueguen en 2012 la Coparmex y el CCE? –le preguntaron.
–Yo espero que actúen de manera responsable, no como en 2006: los directivos de la cúpula empresarial, no los empresarios: Claudio González, una especie de Fidel Velázquez del sector empresarial; Gastón Azcárraga, el que quebró Mexicana, y José Luis Barraza confundieron a los empresarios y son responsables en buena parte de la tragedia nacional –contestó.
Agregó que empresarios como los tres que mencionó pueden robar y saquear al país “y ni siquiera pierden su respetabilidad”.
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