jueves, marzo 11, 2010

Jaime Ornelas Delgado : La mujer

TENDAJÓN MIXTO
La mujer
Jaime Ornelas Delgado
Toda discriminación basada en el sexo es una violación de los derechos humanos y constituye un obstáculo
considerable para la paz y el desarrollo sostenible. Los derechos de las mujeres son derechos humanos y es preciso promoverlos, defenderlos y aplicarlos: Ban Ki–Moon, secretario general de la ONU


Las mujeres han emprendido continuas luchas y conquistado algunos derechos cívicos, políticos, sociales y laborales desde que la comunista alemana Clara Zetkin propuso en 1910, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, el establecimiento del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.



No obstante, un siglo después de las primeras reivindicaciones a favor de los derechos de las mujeres, éstos siguen siendo una signatura pendiente de la sociedad capitalista. En efecto, las mujeres continúan siendo víctimas de violencia doméstica, feminicidios, persecuciones políticas, mayores tasas de desempleo, subempleo, analfabetismo, salarios inferiores a los hombres para trabajo igual y difícil acceso a la tierra y el conocimiento.


Desafortunadamente, el poder ha coptado la fecha para hacer festivales ñoños que hacen olvidar a las mujeres que el 8 de marzo no es una celebración, sino una jornada de lucha por la igualdad y la exigencia de cumplir con los derechos básicos de las mujeres: la educación, la cultura, el trabajo digno y condiciones de igualdad social, política y económica.


Pablo Gómez, con olor a santidad


Quizá porque algunas cosas sin importancia, como la violencia, el desempleo, la ingobernabilidad o la crisis política y económica le estaban quitando el protagonismo que cree merecer o tal vez porque no tenía quehacer, el senador perredista Pablo Gómez presentó una iniciativa para modificar el artículo 130 constitucional, iniciativa encaminada a “restablecer los derechos de asociación política y de libertad de expresión de los sacerdotes de todos los cultos religiosos”.


Ante el pleno del Senado, “San Pablo” planteó derogar el inciso “e” de dicho artículo para “superar esa injusticia constitucional”, a fin de que los sacerdotes puedan ejercer plenamente sus derechos ciudadanos. Por supuesto, la intervención de su SS. Gómez fue aplaudida por la bancada del PAN –”¡excelente!”, le gritó César Nava–, y varios de sus integrantes –entre ellos Santiago Creel y Teresa Ortuño– suscribieron tan revolucionaria iniciativa. Más tarde, el presidente de la Confederación del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes, celebró en el recinto senatorial la propuesta del seminarista, perdón el perredista (bueno, con las alianzas en curso casi es lo mismo.)


El argumento de que ese postulado constitucional no se cumple, de ninguna manera puede llevar a proponer su desaparición, sino a exigir irrestricto acatamiento y, de no respetarlo, se debe dejar caer todo el peso de la ley a los delincuentes... para readaptarlos.


Democracia tonta


El señor Alonso Lujambio, empleado de la maestra Gordillo en la SEP, al demandar la aprobación de la reelección en los cargos de elección popular, contenida en la propuesta de reforma política enviada al Congreso por Felipe Calderón, calificó de tonta a la democracia mexicana “porque desperdicia el talento de sus políticos y obliga a circular permanentemente a los legisladores y no permite que un Carlos Navarrete (senador perredista tan funcional al régimen de Calderón y a quien Lujambio calificó como) hombre de extraordinario valor para la política, sea refrendado en su cargo”. Mire que confundir una de las virtudes de la democracia –la renovación constante de los gobernantes– con la tontería sólo muestra la catadura autoritaria del señor Lujambio.


Pero bien vistas las cosas, la política mexicana puede ser tonta, sí, pero lo es por razones distintas a las aludidas por secretario de Educación. Por ejemplo, es tonta porque permite a personajes como el mismo Lujambio, y a otros más del mismo talante, llegar a ser secretarios de Estado y hasta amenazar con ser candidatos presidenciales. Total, dirán, si Calderón pudo, cualquiera puede.


Bonito país


De 2006 a 2008 el número de las personas en pobreza alimentaria, el equivalente a la pobreza extrema del Banco Mundial (BM), creció y pasó de 13.8 millones a 18.2 millones. Un aumentó de 32 por ciento en sólo dos años.


De su parte, el Banco Mundial asegura que como resultado de la crisis en 2009 se produjeron 8.3 millones de nuevos pobres en América Latina; de éstos, la mitad corresponde a México (4.1 millones), los que sumados a los 18.2 millones existentes en 2008 hacen que el número de mexicanos en condiciones de pobreza extrema en estos momentos sea de 22.3 millones. Sin embargo, todo indica que la situación será todavía más grave cuando se haga la medición de 2010.


Y ahora resulta que con el partido que gobierna de manera tal que acelera la extrema pobreza de la población, la “izquierda” partidista hace una alianza “táctica”, según la llama Manuel Camacho Solís, que de plano ya perdió el rumbo y lo ha hecho perder a los perredistas, quienes deberían acercarse de nuevo a Andrés Manuel López Obrador y escuchar las lecciones de dignidad política que ofrece día a día.

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