domingo, marzo 14, 2010

Gilberto Balam Pereira : AMLO irá en 2012 con el PT Sin sórdidas alianzas electorales

Sin sórdidas alianzas electorales

Gilberto Balam Pereira
AMLO irá en 2012 con el PT


En muchas supuestas democracias es práctica común la alianza entre partidos durante las competencias electorales, llamándose por supuesto formas “maduras” de acción política. Pero los resultados no siempre son halagadores. El ejemplo más reciente es el de Chile, donde el partido de la presidenta socialista Michelle Bachelet se sumó al candidato que representa el continuismo militar fascista de Pinochet, Sebastián Piñera, quien fue el que triunfó con un horizonte de negros nubarrones de autoritarismo y represión, ya colocó a los dos primeros pinochetistas en su gabinete.

En México las tales alianzas han tenido nefastos resultados como ocurrió en elecciones de Chiapas y Guerrero donde los triunfantes gobernadores voltearon la espalda al PRD que los encumbró. El caso más tristemente célebre fue el de Yucatán con Patricio Patrón Laviada apoyado por la alianza PRD-PAN. Y vieron cómo nos fue.
La reprobable actuación inmoral de las alianzas de partidos del PAN, el PRI y el PRD (la fracción entreguista de éste) con motivo de los comicios del presente año, ha sido ampliamente difundida y acremente criticada por gente progresista. ¿Qué les extraña a los comentaristas una alianza más, degradada e inmoral (y vendrán más) sostenida por gente inescrupulosa, sin principios y sin programas? Alianzas de PAN-PRI que recordamos fue la que aprobó el TLCNA en 1944, el FOBAPROA por el mismo año, los fraudes electorales presidenciales de 1988 y 2006 y más recientemente la aprobación de la reforma de impuestos 2010, concertacesiones todas ellas que han profundizado la miseria del país a niveles infrahumanos. Política prianista que deja huella dolorosa en la agresión de los derechos humanos.
Digo que dicha política aliancista ha sido suficientemente comentada, pero se trae una vez más a cuento porque se impone preverla para el futuro político de 2012.
Por principio, los seguidores del Proyecto Alternativo de Nación que viene proponiendo AMLO en su quehacer político, batimos palmas porque por fin ha hecho sus esperadas declaraciones de que irá como candidato presidencial en ese año. Y va con la política de alianzas de partidos y grupos progresistas. Y va con el respaldo del Partido del Trabajo, lo que significa, entendemos, su independencia del PRD y la liberación de su tribu maligna entregada al poder fecalista.
Hacía tiempo también que esperábamos esa decisión, aunque los perredistas progresistas del DF y de otros lugares tendrán la inteligente decisión de mantenerse en el Proyecto de AMLO a través del PT.
Sabemos que el partido en este caso es secundario. Lo que importa es el proyecto de trabajo revolucionario que AMLO ofrece al país, que se espera sea abrumadoramente respaldado por los buenos mexicanos.
Aun así, el camino es largo y tortuoso, de avatares imposibles de predecir, pero que deben preverse.
La macabrona reacción de fascistas mexicanos, de empresarios trasnacionales, de fecalistas y organismos financieros internacionales, de panistas y de las fracciones abyectas del PRI (Paredes-Nieto) y del PRD (“chuchistas”) están desde ahora planeando y acordando las estrategias y técnicas para combatir a su máximo enemigo político que se vislumbra no muy lejano.
Ya no les funcionará su famosa guerra sucia contra el “principal enemigo de México”. Rara vez los tropiezos se dan dos veces con la misma piedra. Los fenómenos sociales nunca se repiten dos veces por igual. Pero es factible que estos malandrines (de mala entraña) busquen alianzas con el PRI–PAN y partidos enanos con el fin de asegurar y mantener el imperio de la corrupción, la impunidad y la mentira; del saqueo, de la rapiña, no les llamaría carroñeros porque no es carroña precisamente lo que están saqueando del país, es lo más valioso de la riqueza que le queda a México: la energía eléctrica, el petróleo, la producción agropecuaria de exportación.
De modo que la guerra sucia de los reaccionarios no será al estilo del 2006. Pero sí será a través de desvergonzadas y sórdidas alianzas.
Queda también otra posibilidad de acabar con los planes de democracia de López Obrador, la práctica infernal del crimen magnicida, del que también son especialistas las fuerzas retrógradas de México, que no tienen para cuándo dejar de asesinar en el país. Ruiz Massieu, Maquío Clouthier, Donaldo Colosio, Raúl Salinas, asesinatos de casi 400 perredistas, líderes campesinos como Genaro Vázquez y Arturo Gámiz, estudiantes del 68, mineros de Pasta de Conchos, periodistas, y otros líderes luchadores que han sido gente de combate de la oposición, se cuentan entre sus víctimas.
El PAN, El Yunque y el PRI llevan una larga historia de crímenes en su haber, de los que los mexicanos guardan cuidadosa memoria.

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